Muertos por sus creaciones

Antes de ayer nos enterábamos de que moría Jimi Heselden, propietario de la empresa Segway, a manos de su último modelo al despeñarse por un terraplén a un río. Trágica noticia, es cierto, pero guarda similitudes con otras personas que también murieron a manos de sus creaciones, aquí les dejo alguna de ellas que he encontrado.

Para quien no sepa lo que es un segway les dejo un vídeo, casi todos hemos visto alguno de estos por la tele.

Thomas midgley fue un químico que desarrolló aditivos para la gasolina. Quedó discapacitado debido a una intoxicación. A causa de esto ideó un sistema de poleas para subirse a la cama. Murió estrangulado por las cuerdas.

Alexander Bogdanov tenía un interés enorme por el rejuvenecimiento humano a través de transfusiones de sangre. Murió al hacerse una transfusión de sangre de una persona con tuberculosis y malaria.

Franz Reichelt fue un fabricante textil que fabricó un abrigo-paracaídas y para probarlo se tiró desde la torre Eiffel. El paracaídas no se abrió y el final os lo podéis imaginar.

William Bullock fue un desarrollador de una mejora de la imprenta rotativa. Intentando instalar una impresora nueva quedó frustrado y le pegó una patada, su pie se engancho en una correa de transmisión quedando aplastado. Murió durante la operación de amputación de su pie.

El caso de Marie Curie es quizás el más famoso de todos. Fue premio Nobel de química, y murió a causa de la radiación.

Y la lista sigue y sigue. Quizás por eso hoy en día probamos tanto con los animales y no sobre nosotros mismos, era de sentido común que a alguien le diera por dejar de probar con ellos mismos.


Y para dejar un tema tan serio como este les dejo de postre algo que nos gusta a todos, caídas varias de otras personas que no somos nosotros.